Administración Pública, Contador Auditor, Ingeniería Comercial, Ingeniería Civil Electrónica, Ingeniería Civil Informática, Ingeniería en Ejecución en Industria Alimentaria e Ingeniería en Ejecución Electrónica son las siete las carreras que integran la Facultad de Ciencias de la Ingeniería y Administración.

Los titulados, en pandemia y con todas las dificultades que ello conlleva, ascienden a treinta y siete (entre abril y agosto). Son los mismos ex-estudiantes quienes nos cuentan su experiencia y lo fundamental que resultó el apoyo entregado por el Convenio Unicit-Usach-Mineduc, ya que bajo el alero de la Universidad de Santiago pudieron mantener a sus profesores de la Universidad Iberoamericana, lo que implicó un apoyo psicológico y profesional que los llevó a egresar de sus estudios.

Karla Neira, Ingeniería Civil Informática: “Yo tenía una meta y fui perseverante, por ello pude seguir adelante”

Karla Neira acaba de titularse de Ingeniera Civil Informática y cuenta que el proceso que la llevó a obtener su diploma no fue nada fácil. La incertidumbre que le generó enfrentarse a una pandemia como el Covid-19, donde el encierro fue la tónica del primer año de la presencia del virus, la llevaron a sentir “impotencia y angustia al no saber qué va a pasar con tus estudios”.

Lo que la ayudó a salir adelante, continuar con sus estudios y ordenarse para obtener la titulación, fue “la comunicación y apoyo de los directores de la Universidad Iberoamericana y de Universidad de Santiago de Chile, que siempre nos acompañaron y ayudaron con el proceso, que si bien cansa, hay una meta y eso llena de alegría y fuerzas”.

El abandonar la carrera no es algo que solo ella pensó, sino que fue una idea generalizada entre sus compañeros. “Hay muchos inconvenientes, por ejemplo los recursos, pero gracias a Dios pude mantener mi trabajo y así pagarme toda la carrera. Pero son temas que hacen dudar de cómo seguir”.

Karla es madre de tres hijos y los dos mayores estudian en la universidad. La carga económica, laboral y estudiantil en un momento se le hizo casi insostenible, mas “yo tenía una meta y fui perseverante, por ello pude seguir adelante”, añade.

Para quienes aún no logran titularse, la ahora Ingeniera, les hace un llamado a “seguir con fuerza. El tener un título te hace tan bien, te llena de energía. Gracias al título se pueden obtener muchas cosas”.

Bruno Aranda, Ingeniería Civil Informática: “En algún momento pensé en dejarlo todo, pero gracias al apoyo del cuerpo docente y familiar logré perseverar y terminar”

El camino a titularse como Ingeniero Civil Informático fue bastante espinoso para Bruno Aranda. El partió sus estudios en la Universidad La Araucana, la cual en su proceso de cierre lo traspasó a la Universidad Iberoamericana. Sin embargo, la historia volvió a repetirse y para este joven el proceso de terminar sus estudios “se veía demasiado lejano, pero afortunadamente existió el convenio que permitió darnos continuidad y terminar la carrera”.

Bruno se refiere al Convenio Unicit-Usach-Mineduc que le permitió tener “certeza de que podía terminar mi proceso formativo, ya que la Usach tiene un respaldo estatal. Al principio las incertidumbres estaban, debido a que había visto interrumpida dos veces mi carrera, pero finalmente todo resultó bien”.

Un punto importante para los estudiantes que han debido titularse en pandemia, es el examen de grado; y es que enfrentarse a la comisión de manera virtual puede causar cierto temor. “Al principio tenía dudas de realizar mi examen final, pues no se permitía la presencialidad, por lo que tenía claro que debía realizar mi examen de forma remota. Pero al final el proceso fue bastante correcto y exitoso”, añadió Aranda.

Y la titulación solo le ha traído réditos  a este joven profesional. Enfatiza en que “sin lugar a dudas vivir un proceso de una institución en cierre es un algo complejo, que tal vez creamos que afectará de forma significativa la validez laboral de nuestro título,  pero en base a mi experiencia, he tenido la fortuna de que se me valide por mi nivel profesional y humano”.

Como muchos pensó en abandonar los estudios, “porque viví bastante dificultades en mi proceso que a cualquiera hacen dudar de seguir, pero gracias al apoyo del cuerpo docente y familiar logré perseverar y terminar”, añadió. Bruno Aranda finaliza diciendo que “los invito a fortalecerse siempre para ser excelentes profesionales y  personas. El título que les espera solo es un escalón más en su vida”.

Pablo Vargas, Administración Pública: “La Universidad de Santiago puso a mi disposición toda su tecnología disponible, creando líneas de comunicación directas que resolvían nuestras inquietudes y problemas en plazos acotados”

“El Convenio Unicit-Usach-Mineduc vino a resolver todas aquellas incertidumbres y desesperanzas generadas ante la noticia de que nuestra casa de estudio no continuaba”. Así comienza su relato Pablo Vargas, titulado en Administración Pública en medio de las cuarentenas por Covid-19. El ahora profesional confiesa que “me sentí acogido y considerado, pues desde el primer momento la Universidad de Santiago puso a mi disposición toda su tecnología disponible, creando líneas de comunicación directas que resolvían nuestras inquietudes y problemas en plazos acotados”.

Si retrocedemos en el tiempo, el primer impacto para Pablo fue el proceso de cierre de su universidad, La Iberoamericana. Luego llegó la pandemia, “de tal naturaleza y magnitud, que ciertamente complejizó el panorama, elevando al máximo el nivel de exigencia mental, emocional y física”, añade.

Pablo Vargas dice que pensó en “tirar la toalla”, es decir dejar atrás años de estudios ante las inclemencias de la realidad. “Era una opción, y a mi criterio, válida, puesto que había que exigirse a un nivel más allá de lo normal y no estaba preparado ni entrenado para este grado de resiliencia”.  Sin embargo, no fue necesario perder su carrera ya que “afortunadamente la Usach me mantuvo con información oportuna, de calidad y verosímil, lo que me entregaba certezas y tranquilidad mental para enfocarme en el objetivo planificado, la titulación”, señala.

Vargas valora además el alto grado de compromiso del personal administrativo de la Universidad de Santiago que estuvo presente en todo momento y “como también el haber podido terminar el proceso con los catedráticos de la Universidad iberoamericana, lo que fue fundamental”.

El llamado que hace a los que aún no terminan es a no darse por vencidos. “Les dejo un abrazo de vigor, de estímulo y de esperanza. Soy la prueba empírica y evidente de que el objetivo es lograble”, finaliza.